lunes, 23 de mayo de 2011

No soy un número. No soy una nota. Ni un expediente. Ni tampoco una media de bachillerato. Soy Gara. Sí, soy una persona. Soy ganas de aprender. Ganas de descubrir el mundo. Soy una vida, unos sueños. Quiero estudiar. Y por mucho que saque un 10, eso no significará que sepa más. Yo quiero conocer a gente que me llene. Quiero vivir cada minuto de mi vida, sintiendo cada detalle poco a poco, saboreándolo como si nunca se volviera a repetir. Porque nunca volverá a repetirse. Quiero hablar de cosas que puedan parecer insignificantes pero no lo són hasta que ya no pueda más, hasta las 6, las 7 o las 8 de la mañana, ¡qué más da! Quiero un abrazo. Quiero correr en la playa y acampar. Quiero saltar en el campo y tumbarme en el césped. Quiero bañarme en un río. Quiero leer poesía, o que me la lean. Quiero vivir en la calle y aprender de ahí. Quiero componer una canción. Quiero enamorarme. Quiero pensar. Quiero participar en una revolución. Quiero ganar una carrera de coches clandestina. Quiero ser espía. Quiero estudiar matemáticas, filosofía, física, criptografía, medicina, química, historia, sociología, psicología, ingeniería aeronáutica, derecho, criminología, arqueología, publicidad, administración de empresas y mil cosas más. Quiero saber. Amo saber. Quiero tener un hijo. Quiero reflexionar sobre la vida con la gente. Quiero querer. Quiero tener miedo. Quiero pero no puedo. Quiero todo. Hoy tengo ganas. Tengo ganas de salir de aquí, de dejar de preocuparme por un examen. Solo quiero sentir.

Y eso soy yo. Soy contradicción. Soy anhelo. Soy energía. Pero de ninguna manera me quedo reducida a un símbolo (ni a un nombre, ni a un número, ni a un distintivo). Me niego a pensar que sea así. Yo no valgo. No estoy cuantificada. Yo solo vivo.